Las operaciones de búsqueda de los desaparecidos se está realizando con la ayuda de busques mercantes y con dos aviones de Frontex, la agencia europea para el control de las fronteras, añadió la fuente en una nota.
Alarm Phone, una red de activistas que reciben las llamadas de las barcazas que se encuentran en peligro en el Mediterráneo Central, había denunciado el naufragio de la barcaza y había acusado a las autoridades italianas de no intervenir a pesar de que habían informado de su presencia ya en la noche del sábado.
“Estamos conmocionados. Según diversas fuentes, decenas de personas en esta embarcación se ahogaron. A partir de las 02:28 horas del 11 de marzo, las autoridades fueron informadas de la urgencia y del peligro de la situación. Las autoridades italianas retrasaron a sabiendas el rescate y los dejaron morir", escribió Alarm Phone en su cuenta de Twitter.
En declaraciones al Canal 24 Horas de TVE, María Rodríguez, miembro de Alarm Phone ha asegurado que perdieron la comunicación con la embarcación a las 7:00 horas de este domingo y que la comunicación con las autoridades italianas ha sido complicada. "Intentamos contactar constantemente con ellos pero la información que nos han proporcionada es muy restringida. Solo hemos recibido información por parte de Libia, que nos decían que no tenían una embarcación que pudiera ir al rescate con el mal tiempo que había en la zona".
Según la reconstrucción de la Guardia Costera italiana, la barca se encontraba en zona SAR (búsqueda y rescate, en sus siglas en inglés) de Libia pero destacó que "registró la inactividad de los otros Centros Nacionales de Coordinación y Salvamento Marítimo involucrados por área" en referencia a Libia y Malta.
Explicaron que el mercante "Basilis L" informó de que tenía el barco a la vista, a la deriva, y que tenía dificultades para rescatarlos debido a las adversas condiciones meteorológicas de la zona y que las autoridades libias, responsables de las actividades de búsqueda y salvamento en esa zona, ante la falta de disponibilidad de medios navales, solicitaron el apoyo, tal y como exigen los convenios internacionales de salvamento marítimo, del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma que, a petición de las autoridades libias, envió inmediatamente un mensaje de emergencia vía satélite a todos los buques en tránsito.
Suben las víctimas del naufragio en Calabria
La información del nuevo naufragio se produce horas después de que los cuerpos de dos adultos y de un bebe, fueran localizados en las playas de Steccato di Cutro, en la región de Calabria, sur de Italia, por lo que ascienden a 79 las víctimas del naufragio del pasado 26 de febrero de una barca de migrantes.
De los 79 muertos, 32 eran menores de edad y 23 de ellos niños de entre unos meses y 12 años, y se cree que la cifra fallecidos que procedían de Afganistán, Irán y Pakistán podrá llegar al centenar ya que los 80 supervivientes aseguraron que en la barca viajaban unas 200 personas.
En los últimos cinco días, cerca de 4.000 migrantes han llegado a las costas italianas y el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, en una entrevista radiofónica afirmó que "la situación es preocupante, Europa debe darse cuenta”. “Italia seguirá planteando con fuerza el problema pero no se la puede dejar sola porque los 7.000 kilómetros de costa son también fronteras europeas”, añadió Tajani que espera respuestas en la próxima cumbre europea de finales de marzo.
El diario Corriere della Sera publica este domingo que los servicios secretos italianos han destacado que en Libia hay 685.000 personas dispuestas a partir y cruzar el Mediterráneo para desembarcar en las costas italianas.
Según el diario milanés, 104.000 inmigrantes desembarcaron en Italia el año pasado, en parte también debido a la pandemia, pero según las previsiones de los servicios de inteligencia, el número de llegadas para 2023 será exponencialmente mayor. Desde principios de 2023, han llegado a las costas italianas 17.592 migrantes, el triple que en el mismo período del año pasado (5.976 ).
En Italia se reproducen las críticas de la oposición contra la primera ministra, Giorgia Meloni, por su vídeo en un karaoke junto al ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, mientras nadie de su Gobierno acudió al palacio de congresos de Crotone, donde se colocaron los féretros de las víctimas.
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